Las negociaciones sobre un cese del fuego se suspendieron el mes pasado luego de los esfuerzos de Washington y los otros mediadores para alcanzar un pacto y evitar así la invasión israelí de la ciudad de Rafah, en el sur del enclave.
Por Sam Mednick y Wafaa Shurafa
TEL AVIV, Israel (AP) — El Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, señaló que un cese del fuego permanente en la Franja de Gaza es “imposible” hasta que se cumplan las condiciones establecidas desde hace tiempo para poner fin al guerra, lo que parece socavar una propuesta que el Presidente estadounidense Joe Biden había anunciado como una israelí.
El comunicado emitido por la oficina de Netanyahu se produjo un día después de que Biden dio a conocer el plan, y mientras las familias de los rehenes israelíes retenidos por Hamás pedían a todas las partes aceptar de inmediato la propuesta.
“Las condiciones de Israel para poner fin a la guerra no han cambiado: la destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamás, la liberación de todos los rehenes y la garantía de que Gaza ya no supone una amenaza para Israel”, señala el comunicado.
“Según la propuesta, Israel seguirá insistiendo en que se cumplan estas condiciones antes de establecer un alto el fuego permanente”.
Biden aseveró el viernes que Hamás “ya no es capaz” de lanzar otro ataque a gran escala contra Israel como el que perpetró en octubre que desencadenó la guerra. Además, instó a Israel y a Hamás a llegar a un acuerdo para la entrega de los alrededor de 100 rehenes restantes, y los restos mortales de otros 30, a cambio de un alto el fuego prolongado.
Las negociaciones sobre un cese del fuego se suspendieron el mes pasado luego de los esfuerzos de Washington y los otros mediadores para alcanzar un pacto y evitar así la invasión israelí de la ciudad de Rafah, en el sur del enclave. Israel sostiene que la operación de Rafah es vital para erradicar a los combatientes de Hamás responsables del asalto del 7 de octubre.
Israel confirmó el viernes que sus tropas operaban en el centro de la ciudad. La ofensiva terrestre ha provocado el éxodo de cerca de un millón de palestinos de la ciudad y ha desbaratado las operaciones humanitarias de Naciones Unidas en la zona. El Programa Mundial de Alimentos ha dicho que las condiciones de vida en Gaza son “terribles y apocalípticas” a medida que aumenta la hambruna.
Por su parte, las familias de los rehenes señalaron que el tiempo se estaba agotando.
“Esta puede ser la última oportunidad de salvar vidas”, dijo Gili Roman a The Associated Press. Su hermana, Yarden Roman-Gat, fue tomada como rehén y liberada durante un cese del fuego de una semana de duración en noviembre, pero la cuñada de Yarden, Carmel, sigue retenida.
“No hay otro camino hacia una mejor situación para todos. Nuestros líderes no deben decepcionarnos. Pero, sobre todo, todos los ojos deben estar puestos en Hamás”, añadió Roman.
Las familias de los rehenes dijeron que sostuvieron una reunión agresiva el jueves con el asesor de seguridad nacional israelí, Tzachi Hanegbi, quien les dijo que el gobierno no estaba listo para firmar un acuerdo para la vuelta de todos los cautivos y que no había un plan alternativo.
Hanegbi apuntó esta semana que espera que la guerra dure otros siete meses para destruir las capacidades militares y de gobierno de Hamás y de Yihad Islámica, un grupo insurgente más pequeño.
Netanyahu ha prometido una “victoria total” que aparte a Hamás del poder, desmantele su estructura militar y lleve a los rehenes de regreso a Israel. El sábado, su gobierno dijo que sus condiciones para poner fin a la guerra no habían cambiado.
Muchos familiares de rehenes achacan a la falta de voluntad del gobierno para cerrar un acuerdo la muerte de muchos rehenes durante su cautiverio.
“Sabemos que el gobierno de Israel ha hecho muchas cosas para demorar llegar a un acuerdo, y que eso ha costado la vida de muchas personas que sobrevivieron al cautiverio durante semanas y semanas y meses y meses”, dijo Sharone Lifschitz. Su madre, Yocheved, fue liberada en el cese del fuego de noviembre, y su padre, Oded, sigue retenido por los combatientes.
La primera fase del acuerdo propuesto por Biden durará seis semanas e incluirá un “total y completo cese al fuego”, el retiro de las fuerzas israelíes de todas las áreas habitadas de Gaza y la liberación de varios rehenes — incluyendo mujeres, adultos mayores y heridos — a cambio de la puesta en libertad de cientos de palestinos presos en cárceles israelíes.
La segunda fase incluye la liberación de todos los rehenes que siguen con vida, entre ellos los soldados varones, y la salida de las fuerzas israelíes de Gaza. En la tercera, se iniciará la reconstrucción a gran escala del enclave, que podría durar décadas.
Biden reconoció que el pacto será difícil de mantener y que hay varios “detalles por negociar” para pasar de la primera a la segunda fase. El mandatario estadounidense dijo que si Hamás no cumple sus compromisos en virtud del acuerdo, Israel puede reanudar las operaciones militares.
Hamás señaló en un comunicado emitido el viernes que consideraba que la propuesta era “positiva” y pidió a Israel declarar explícitamente que se comprometía a aceptar un acuerdo que incluía un cese del fuego permanente, la total retirada de tropas israelíes de la Franja de Gaza, un intercambio de prisioneros y otras condiciones.
En Deir al-Balah, donde muchos palestinos han huido tras el asalto terrestre israelí a Rafah, había cierta esperanza.
“Esta propuesta ha llegado tarde, pero más vale tarde que nunca”, dijo Akram Abu Al-Hasan. “Por lo tanto, esperamos de Dios, del gobierno estadounidense y de la comunidad europea en general que sigan presionando a Israel para lograr un alto el fuego”.
La principal diferencia con las propuestas anteriores es la disposición a detener la guerra durante un periodo indefinido, según los analistas. Deja a Israel la opción de reanudar la guerra y disminuir la capacidad de gobierno de Hamás, pero con el paso de tiempo, afirmó Michael Milshtein, director del Foro de Estudios Palestinos del Centro Dayan de la Universidad de Tel Aviv.
Los expertos afirmaron que el discurso de Biden fue uno de los pocos momentos en que hubo esperanza de que la guerra pudiera terminar.
“Fue un discurso muy bueno… parece que Biden está intentando imponerlo al gobierno israelí, estaba claro que se dirigía directamente al pueblo israelí”, dijo Gershon Baskin, director para Oriente Medio de la Organización de Comunidades Internacionales.
También el sábado, la cadena estatal egipcia Al-Qahera News afirmó que funcionarios de Egipto, Estados Unidos e Israel se reunirían en El Cairo durante el fin de semana para mantener conversaciones sobre el paso fronterizo de Rafah, cerrado desde que Israel tomó el control de la parte palestina a principios de mayo.
El paso es una de las principales vías de entrada de ayuda a Gaza. Egipto se ha negado a abrir su lado, temiendo que el control israelí siga siendo permanente. Egipto ha exigido que los palestinos vuelvan a hacerse cargo de las instalaciones. La Casa Blanca ha estado presionando a Egipto para que reanude el flujo de camiones.
En el asalto en el sur de Israel del 7 de octubre, Hamás causó la muerte de unas 1.200 personas —en su mayoría civiles— y tomó a unas 250 como rehenes. Más de 36.370 palestinos han muerto en Gaza por la campaña de bombardeos y ofensivas de Israel, según el Ministerio de Salud de Gaza. Su recuento no diferencia entre civiles y combatientes.
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Wafaa Shurafa informó en Deir al-Balah, Franja de Gaza. David McHugh en Fráncfort, Alemania, y Samy Magdy en El Cairo, Egipto, contribuyeron a este despacho.